El recurso que ha presentado la defensa de Juan Lado, además de acusar a Lyvon de llamar “cagón” a su defendido, se basa en los comentarios realizados por multitud de personas, - entre las que me encuentro -, en las páginas en internet para apoyar a
Al parecer Juan Lado piensa que no manchó su imagen cuando apaleó a un perro indefenso atado a una valla, sin embargo considera que una canción si lo ha hecho; es algo esperpéntico. Por otra parte, la defensa de este indeseable presenta un documento en el que se notifica a su defendido el fallecimiento de su perro Ronnie debido a una parada cardiorrespiratoria, en un intento de desvincular la muerte del can de la paliza que le fue propinada por su amo.
Todos conocimos la noticia de la agresión mortal a través de los medios de comunicación y aquellos que tuvieron el estómago suficiente, pudieron ver las tremendas imágenes, que todavía es posible contemplar en internet. Y ahora, este sujeto, que no tuvo el menor reparo en someter a su perro a un apaleamiento que le causó un sufrimiento atroz y desembocó finalmente en su muerte, alega que su mala imagen y el daño en su honor son consecuencia únicamente de la canción “Juan Lado Cagón”, responsabilizando al Grupo de las amenazas e insultos que viene recibiendo desde que fue publicada.
Lyvon, una Formación Musical que ha hecho de la denuncia al daño infligido a los animales su principal objetivo, manifestado a través de unas letras y una música admirables expresadas con un sentimiento que sólo puede dejar indiferente a quienes consideran que los seres no racionales no merecen el menor respeto ni atención, se ha convertido para todos los que apoyamos esta causa en un referente, porque difunde de forma efectiva, sin miedo, sin vacilaciones y con un compromiso veraz y firme, la realidad de una situación sangrante ante la que no es posible permanecer impasibles y que requiere la atención urgente e inmediata de nuestros legisladores.
Queremos creer en que
No defiendo desde aquí las amenazas ni el acoso, aún tratándose de un sujeto que mostró una conducta despreciable, sádica y cobarde, atacando con tal brutalidad a su perro, pero de cualquier forma, no parece muy ético que además de una pena de arresto para el Grupo Lyvon y la retirada de la canción, les reclame 6000 euros, la misma cantidad que él tuvo que pagar por matar a su can. Por cierto, que si Juan Lado hubiese cometido ese acto salvaje pocos meses después podría haber tenido castigo de cárcel ya que posteriormente se endureció
En todo caso y sea cual sea la decisión de
No es esta una batalla en la que busquemos dinero, ni tampoco es en nuestro propio beneficio, sinó que es el reflejo de una demanda social para terminar de una vez por todas con la casi impunidad con la que se cometen salvajadas como esta y, para manifestar nuestra repulsa ante denuncias como la de este individuo, que considera manchada su imagen por una canción o por lo que hayamos escrito expresando nuestro parecer sobre el sangriento fin de Ronnie a sus manos, cuando lo cierto es que esa imagen, la imagen de Juan Lado, no es otra que la de la grabación que muestra como descargó un palo una y otra vez contra un perro atemorizado hasta dejarlo en tal estado, que murió pocas semanas después.
¿Es realmente atentar contra el derecho al honor de Juan Lado recordar lo qué hizo, cómo lo hizo y calificar de repugnante su conducta?. No es calumnia cuando la acusación se basa en acciones consumadas y reales ni debería de ser considerado como injuria cuando el hecho al que se refieren ha sido probado de forma fehaciente. La imagen de este hombre, al igual que la de todos aquellos que torturan o arrebatan la vida a los animales de modo feroz y sanguinario, como ha ocurrido recientemente con el joven de Talavera que exhibía en internet las imágenes con los gatos que supuestamente acababa de matar a pedradas, no podrá variar por mucho que una sentencia judicial, en una de esas situaciones no por legales menos grotescas que a veces se producen, pueda darle la razón, algo que confiamos en que no ocurra, porque no es la víctima ni los que con ella se solidarizan los que califican al verdugo, sinó que lo hacen sus propios actos.
Juan Lado Palmier mató a su perro a palos y pienso que como tal merece repulsa y desprecio. Lyvon se ve abocado a acudir al Juzgado acusado por ese individuo de propiciar que su imagen pública se haya visto dañada y es por ello acreedor de mi admiración y el mayor de mis respetos. No creo que hoy en día, que es tan común por desgracia la violencia de género, nadie se lleve las manos a la cabeza por recordar esa tragedia con nombres y apellidos y por denunciar en todos los foros posibles que ha de endurecerse la legislación para tratar de minimizar una lacra que cuesta vidas. No era en este caso una persona, era un perro, pero con todo el derecho a no ser maltratado según el Artículo 337 del Código Penal.
2 comentarios:
Solo escribo para felicitarte por el blog, está estupendo.
Saludos
Marta
me llena de tristeza ver que el mundo no tiene intenciones de parar con cada clase de estupidez, las grandes corporaciones acabaran por destruirnos y a todo lo que nos rodea, hablando del respecto a manera de conveniencia, s´que cada uno aportamos con un granito y esa es la diferencia pero en realidad los "grande" no van a parar. Me alegra ver que hay muchas personas que se atreven a exponer su punto de vista (el de la logica) y se toman unos minutitos para denunciar a los humanos monstros
http://kr34tor-54nn.blogspot.com/
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