Pliegues
estremecedores en el tiempo
Desde
El Valle de los Caídos a Villaviciosa de Odón no hay mucha
distancia, así que eso ayudó a que el Dodge-Dart del Almirante
Carrero Blanco, ya reconstruido por un arcángel chapista y otro
mecánico, recogiese el pasado viernes al Invicto de su modestita
tumba, para trasladarle como invitado de honor al pleno celebrado en
el Ayuntamiento de esa localidad madrileña.
Allí,
a instancias del PP, ¿de quién si no?, se llevaban a debate dos
propuestas a cual más simbólica de la involución en la que estamos
sumidos: una que trataba sobre el respeto y apoyo a los símbolos
nacionales, y la otra acerca de declarar los toros como Patrimonio
Cultural Inmaterial de Villaviciosa de Odón.
Ya
estoy viendo el flamante haiga del Generalísimo circulando a toda
marcha por al A6, con un par de banderitas rojigualdas, de esas con
el pollo
incrustado, ondeando briosas al viento, a las que se sumó
para la ocasión una tercera, porque consta que el Caudillo solicitó
que le pusieran otra con el toro de Osborne en el frontal del coche.
Entre
los asistentes se encontraban los esqueletos de Manolete, Concha
Piquer y José María Pemán. También la osamenta del Director de El
Alcazar, Antonio Izquierdo (hay apellidos que son guasas del
destino), que recogería el acto para el rotativo, y la de Matías
Prats Cañete, que lo haría para Telemadrid. El Cardenal Ángel
Herrera Oria, con su capelo muy bien encajado en el descarnado
cráneo, se encargaría de bendecir la sesión plenaria.
En
la jornada municipal se condenó el ultraje sufrido por el himno
nacional, al ser pitado durante la celebración de la final de la
Copa del Rey, además de reafirmar el absoluto respeto a la bandera,
escudos o cualquier otro archiperre que represente esta Una, Grande y
¿Libre? Nación, en la que pasado y presente se están juntando
últimamente muy a menudo en escalofriantes pliegues.
Francisco
Franco propuso condenar a garrote vil a los instigadores y autores de
la pitada, pero desde el PP le explicaron que ahora la cosa no
funciona así. En “democracia” -le dijeron-, la pena de muerte
está mal vista, así que el totalitarismo se ejerce a escondidas y
por vías más ladinas. Parece que el Sargentillo no quedó muy
convencido, por lo que flexionando las desnudas falanges distales y
proximales de su dedo, le indicó al chasis de Arias Navarro que se
aproximara. Todos vieron moverse su mandíbula, pero nadie sabe qué
le dijo arrimado al agujero del conducto auditivo de su fiel Director
General de Seguridad. Aunque los representantes de IU se miraron unos
a otros acongojados.
Después
declararon la tauromaquia en todas sus versiones, conceptos y
manifestaciones, como Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio,
conforme las disposiciones dictadas para dicha figura por la UNESCO,
y pasándose por el forro de su euforia que esa Organización les
haya obligado a retirar su nombre de una página taurina, pero es que
estos incondicionales de la violencia en los ruedos, no se dan por
enterados de eso como tampoco de que el toro sufre, de que no se
extinguirá como especie, o de que no desaparecerán las dehesas.
Prefieren silbar un pasodoble cuando se les recuerda.
Dicen
los que allí estuvieron que en ese conmovedor momento se escuchó un
ruido seco: eran los huesos de la Collares golpeando contra los de
Manolete, al fundirse cúbitos y radios contra costillas en un abrazo
que haría las delicias de Tim Burton. Al falta de glándulas
lagrimales ninguno de ellos pudo llorar, pero los esfuerzos fueron
evidentes.
La
Piquer, embargada de emoción, se arrancó a cantar la copla "Tengo
miedo, torero", pero tuvo que entonarla sin peineta porque por
más que intentaba colocársela, le resbalaba continuamente de los
parietales.
José
María Pemán, que había llegado al Ayuntamiento montado en el Rolls
de su pariente José Domecq de la Riva, no se enteró de nada. El
hombre se pasó toda la mañana tratando de desenredar de su esternón
la Cruz de San Jorge de Montesa y el Collar del Toison de Oro que le
regaló el Rey Juan Carlos, que por cierto no pudo asistir, pero
envío en su nombre a Infanta Elena, que tomó asiento junto a José
Ignacio Wert, que a su vez iba en representación de Mariano Rajoy.
La agenda de Esperanza Aguirre estaba completa esa jornada: se
encontraba inaugurando una Escuela de Tauromaquia, y después tenía
que hacer lo mismo con una exposición de cuadros de la excelente
pintora Sara Mago. Sánchez Dragó llego tarde porque se entretuvo
con una quinceañera en la puerta del Consistorio.
Cuentan
que a Herrera Oria, al sacudir el hisopo, se le descoyuntaron varios
huesos, y dos metacarpianos que le salieron disparados se fueron a
estrellar en la cara de Ana Botella, que había ido allí por si le
dejaban hablar de peras y manzanas, cosa que ya no hizo porque en ese
instante se marchó muy ofendida por la agresión, y diciendo algo
así como: "me voy ahora mismo a limpiar las calles de Madrid de
mendigos, peor para los villaodoneros, ¿o era villaodorinos?,
¿villaodoncianos?. Bueno, peor para los de Villaviciosa de Odón".
Matías
Prats Cañete, a petición de los presentes, repitió la
retransmisión de los goles de Zarra y Marcelino. Por cierto que
Manolete no le dirigió la mirada ni una sola vez con sus cuencas
vacías, pues estaba muy ofendido, porque después de haberle
concedido su última entrevista antes de su encuentro definitivo con
Islero, ahora el periodista, que todavía conservaba sus gafas
oscuras - y todos se preguntaban cómo haría para sujetárselas sin
orejas -, había llamado a Sergio Ramos para realizarle unas
preguntas. El futbolista arrancó aplausos y ovaciones de los
presentes al marcarse una larga cordobesa con su capote mientras
cantaba: "¡Yo soy ejpañol, ejpañol, ejpañol!"
En
fin. Que en pleno 2012 se produjo un acontecimiento en nuestro País
digno de figurar en un No-Do, entre la inauguración de un embalse y
el baño de Fraga en Palomares. ¿Será casualidad que a poco que se
rasque, el gustillo por la tauromaquia casi siempre aparece ligado a
la España más profunda, casposa y cañí? No digo que no haya de
izquierdas aficionados, pero la mayoría son de los que no tienen
reparos en protagonizar un anuncio para el Banco de Sabadell. Y es
que esa tendencia política, en boca de algunos, cobra la misma
credibilidad que la palabra libertad en la de los taurinos.
5 comentarios:
¡Genial! En esta danza que mezcla vivos y muertos, florece la radiografía de una idiosincrasia untada en el pretérito más abyecto.
Sin duda, la tauromaquia pone a la inteligencia humana en estado de eclipse, porque convierte la sangre en morbo y la muerte en diversión.
A este asesinato lo llaman arte, lo visten con tradición, lo venden como cultura, y lo escenifican bajo el rótulo de “fiesta”. ¡El caradurismo habita en el poder!
Un abrazo,
Ricardo - Linde5-otroenfoque
Ayuda al mejor amigo del hombre entrando a esta página: http://www.kapipal.com/ayudalos
Gracias por tus palabras Ricardo.
No importa cómo lo llamen ellos, los defensores de la tortura disfrazada de cualquier embuste, sino que lo que cuenta realmente es la cordura y la sensibilidad de personas que como tú, ponen su empatía y su admirable buen hacer al servicio de la lucha abolicionista.
Cada vez son menos y más estrecho es el callejón en el que están arrinconados, con la razón de frente y el fin del amparo de este crimen a su espalda.
Gracias, Compañero, por ser vanguardia entre los rostros que no desearían nunca ver acercase a ellos y obligarles día a día, a caminar hacia atrás.
maricones a mamarla que seguiremos matando torosssss muuuuchossssssss toros
Desde luego el anónimo en una sola linea demuestra el tipo de energúmeno que es... Homófobo, asesino, maltratador, maleducado, ignorante, cateto, cobarde... Que joyita.
Publicar un comentario