Agradecimiento por la continuidad de la ILP

No es todavía un triunfo definitivo de la justicia y de la razón, pero sí la constatación de que una ética equilibrada sigue siendo un valor predominante en la mente de la mayoría de los ciudadanos, sean aparejadores, jardineros o políticos, aunque a veces, lamentablemente, las decisiones las valide el poder de unos pocos por encima de la voluntad de muchos. Pero en este caso, afortunadamente, no ha sido así.

El fracaso de las enmiendas a la totalidad de la ILP lo demuestra y es la consecuencia lógica de un rechazo mayoritario en la Sociedad hacia la continuidad de un espectáculo dañino y denigrante; el problema radica en que hablamos de abolir una realidad y eso es siempre complicado. Si fuese al contrario y la aparición de las corridas de toros dependiesen de una votación popular, nadie duda que este macabra y cruenta ceremonia sería inviable hoy en día como algo de nueva instauración.

Tras mucho escribir contra el maltrato a los animales, quiero dejar en este instante de un lado el dolor y la rabia para dar paso a la gratitud, la que siento y expreso hacia todos aquellos que han tenido la valentía y la dignidad de permitir que siga adelante este proceso, destinado a librar de su condena a muchos seres abocados a la tortura y a la muerte en razón de su especie.

Por detrás, se oyen ahora los gritos destemplados de los taurinos con su novedoso “prohibido prohibir”, al igual que ayer fue el de “el toro no sufre” o “ha nacido para eso y es lo que él elegiría”. No, esto no es un atentado contra la libertad como tampoco lo constituye el prohibir los asaltos a mano armada, los secuestros o las violaciones. Es absurdo tener que explicar a estas alturas que la libertad individual no puede vulnerar idéntico derecho en terceros y en cualquier caso, en una Sociedad sana, moderna e íntegra, las libertades conviven, no se fagocitan las unas a las otras. Tantos siglos de evolución deberían de habernos enseñado dicha lección, y acáso lo han hecho, sin embargo hay hombres que prefieren que nada cambie porque nunca están en el lado de las víctimas.

Pero la ILP será una realidad muy pronto, a pesar de aquellos a los que el sufrimiento de los toros les parece algo hermoso, o al menos intrascendente comparado con los beneficios personales, tangibles o no, que les procura la tauromaquia. No pueden llamarnos la atención dichas actitudes, pues desde el que organiza peleas de perros hasta el proxeneta, pasando por el traficante de drogas, quieren “libertad e impunidad” para desarrollar su “negocio”. A ese egoísmo tan maligno es al que debemos de enfrentarnos sin vacilaciones ni concesiones y por eso, le doy las gracias a todos los que están luchando por el fin de esta salvajada, y porque es justicia, hoy también a los diputados que han sabido dar cauce a ese sentir popular, algo que sin duda, redundará en beneficio de todos y así les será reconocido.