Durante estos días y tras la cancelación del Día del Orgullo Animal debido a las presiones y amenazas recibidas, los defensores a ultranza del Toro de la Vega en Tordesillas – uno de los actos de maltrato animal más cruentos y vergonzosos de los que tienen lugar en nuestro País -, conscientes de que su "festejo" iba a ser uno de los asuntos en torno al cual girase el DOA, están crecidos y exultantes por la decisión de anular la Jornada a una semana de su celebración.
Lo consideran como un triunfo sobre los animalistas, en un pulso que mantienen de antiguo y en el que unos esgrimen razones y palabras mientras otros se sirven de necedades y violencia pero a decir verdad, no carecen de motivos para arrogarse ese dudoso honor ya que les corresponde buena parte de la autoría de los manejos indignos que han supuesto la revocación del DOA y han sido ellos en gran medida, los que han lanzado todo tipo de insultos, provocaciones y amenazas tanto contra los organizadores y futuros asistentes, como hacia el Ayuntamiento de Trigueros del Valle, Localidad vallisoletana en la que se iba a celebrar el Acto de reivindicación, en el que se incluían actuaciones lúdicas, culturales e informativas de diferente tipo con el objetivo de constituir una Plataforma de divulgación sobre los tremendos episodios de maltrato animal que se suceden en España.
Las advertencias de represalias de los partidarios más fundamentalistas del Toro de la Vega han surtido efecto; aquellos que se habían convertido en el blanco de sus iras, conocedores de la más que evidente y probada naturaleza pendenciera de esta gente y su facilidad para recurrir a la violencia, se han echado atrás en su propósito inicial y el miedo ha sido más poderoso que su convicción por la defensa de los derechos básicos de los animales.La cólera de los que quieren que año tras año siga teniendo lugar tal salvajada viene motivada porque son incapaces de hallar argumentos con que defenderla y promover su continuidad por algo muy simple, porque no existen; no hay una sola justificación desde la cordura, la sensibilidad, la ética, la lógica y la inteligencia para que el martirio hasta la muerte de un animal quiera presentarse como un hecho positivo, beneficioso, cultural o necesario. Desprovistos pues de argumentaciones congruentes, válidas y reales el único recurso que les queda es el mismo que emplean cuando torturan al desdichado toro: la irracionalidad de una turba cegada y envalentonada por la impunidad que les confiere la Ley en el caso del Torneo y el anonimato cuando a proferir amenazas se refiere.
Pero tal hecho, esa actitud intimidatoria, les ha dado el resultado que buscaban en el caso de los anfitriones del evento pero no en el de los colectivos animalistas responsables de su organización y de los asistentes. El temor a las represalias ha sido efectivo en los representantes municipales, en los que se ha sumado al miedo a ser objeto de comportamientos violentos el de sufrir el correspondiente castigo en las urnas cuando llegue el momento. Las prioridades de algunos políticos, por encima de la coherencia consigo mismos o el compromiso firme con sus ideales, son la continuidad en el poder y revalidar, a veces a un precio muy alto, su victoria electoral, de ahí que en ocasiones no tengan reparo en traicionar sus principios como parte de una estrategia orientada a adaptar su línea de trabajo en función de rentabilidades políticas más que en la búsqueda de beneficio común o el interés de la mayoría. Por supuesto que tal actitud necesitan maquillarla para no ser tachados de "chaqueteros" o de "apego a la poltrona" y con esa habilidad que sólo la política otorga, serán capaces de convertir el miedo en desconocimiento, la repulsa en apoyo, la hospitalidad en intromisión y la colaboración en intento de engaño. En definitiva, algo así como acoger el Día del Orgullo Animal y decir después que se ignoraba cuál era el objetivo del Acto o hablar en repetidas ocasiones con sus organizadores, sabiendo que son representantes de Asociaciones contra el maltrato animal y luego afirmar rotundamente que en ningún momento se pensaba que éstos iban a ser detractores del Toro de la Vega. ¿Es creíble esa repentina ignorancia o el asegurar que nunca se hará nada en contra del Toro Alanceado es producto de circunstancias sobrevenidas con las que no se contaba?.
Las amenazas y el interés han sido razones poderosas para los políticos pero no para los animalistas. Estos últimos están acostumbrados a ser objeto no sólo de violencia verbal o conminaciones, sino y con frecuencia a ser agredidos físicamente por aficionados a las corridas de toros, cazadores, seguidores de festejos como el Toro de Coria, el de la Vega, embolados o Bous al Carrer y jamás, ha sido la actitud cobarde y provocadora de esos seres iracundos razón para silenciar sus demandas o para dejar de denunciar estos hechos repugnantes pero todavía permitidos. El único motivo de la cancelación del DOA por parte del Comité Organizador ha sido por un lado respetar la voluntad de los responsables del Pueblo que lo iba a acoger y por otro, no crear problemas de ningún tipo a ciudadanos cuyo compromiso con el servicio público no tiene porque implicar siempre, sobre todo bajo determinadas presiones, el bienestar común, el interés mayoritario y la defensa de los más desprotegidos.
Los adalides del Toro de la Vega, sabiéndose vencedores de esta batalla creen ver en ello al derrota de los opositores a esta carnicería y se siente con bula indefinida para seguir celebrando esa "tradición" en la que a un toro se le tortura de un modo cobarde, cruel, prolongado y terrible. Pero la misma prepotencia ruin que demuestran con el animal al que someten violentamente hasta la muerte, es la que les impide comprender que cuando se lucha por una causa justa y no se espera a cambio votos o sangre, el desánimo no es un posible obstáculo en el camino. Se parte de la nada y cada logro es una victoria. El animalista sólo puede ganar en justicia para otros seres, a los maltratadores únicamente les queda perder prebendas poco a poco, con lentitud exasperante, pero sin retrocesos en un recorrido orientado a erradicar de nuestra Sociedad la brutalidad disfrazada de tradición, arte, cultura, trabajo o deporte.El día que los políticos cambien cobardía por dignidad, votos por justicia y ambición de poder por coherencia y compromiso, los salvajes dejarán de gritar "Viva el Toro de la Vega" mientras con toda la sangre fría, atraviesan su cuerpo con una lanza con inmunidad legal, apoyo oficial y ante el horror de una Sociedad que no halla diversión en la tortura y en la muerte. Una Sociedad que no puede consentir que prevalezcan las amenazas sobre el derecho reconocido a manifestarse y expresarse libremente.
El 30 de Agosto ya no se podrá celebrar el DOA en Valladolid y se habrá perdido la oportunidad de reunir a miles de personas con un deseo común: el acabar con la protección oficial a la tortura de animales y que ésta se siga transmitiendo como una forma de cultura. Sin embargo, el 16 de Septiembre, Valentón, será perseguido, acosado y lanceado docenas de veces en Tordesillas hasta que se derrumbe exhausto y moribundo, mientras los matarifes que han acabado con su vida alcen sus brazos orgullos y profieran enfervorecidos gritos de júbilo que no dejarán escuchar los sordos y apagados estertores del Toro, que sufrirá y morirá en nombre de una tradición de interés turístico, social, cultural y pedagógico.http://www.liberaong.org/
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