La mayor parte de la siguiente información está redactada en base a artículos procedentes de ALA-Euskadi y de la Asociación Anima Naturalis http://www.animanaturalis.org/
Barry Horne (1.952 - 2.001), fue un activista británico que dedicó gran parte de su vida a la defensa de los derechos de los animales, especialmente a la lucha contra la experimentación con los mismos, llevando sus reivindicaciones hasta las últimas consecuencias y muriendo durante una huelga de hambre como medida de protesta por el incumplimiento de la promesa hecha por el Gobierno de Tony Blair, de prohibir la experimentación con animales para hacer cosméticos.
Este antiguo barrendero, fue condenado a 18 de prisión por causar incendios en una campaña por los derechos de los animales, incendios que tuvieron lugar siempre cuando no había ninguna persona en los alrededores y que jamás causaron víctima alguna.
Llevó a cabo tres huelgas de hambre exigiendo del Gobierno Inglés la puesta en marcha de una comisión para examinar el uso de animales en experimentos y pudo comprobar como Tony Blair, tras prometer que se crearía, renunció públicamente a la creación de una regulación en experimentación animal.
En una carta de Barry Horne escrita en la prisión durante la huelga de hambre que le llevó al borde del coma, le hizo perder la vista de un ojo y le dejó en 48 kilos y que fue sacada de la cárcel de forma oculta, se expresaba en los siguientes términos: "Hablar es fácil; sólo cuentan las acciones. Esto no es por mí, es por cada animal que hay en cada laboratorio de tortura. Estamos marcando un hito, un momento en la Historia que será recordado... No lo duden, veremos el final de esta maldad. No se trata de morir -decía Barry-, se trata de luchar. Hemos tratado de negociar con el Gobierno pero ellos me han condenado a muerte. Los políticos prometen, pero ¿por qué les apoyamos cuando no cumplen con lo que dicen?, ¿por qué la gente se ríe cuando los políticos mienten?, deberíamos de estar enfadados...
El 21 de Octubre de 2.001 Horne inició su tercera huelga de hambre con su organismo ya en muy mal estado por las anteriores. El 4 de Octubre murió en el Hospital de Worcester a los 49 años.
Jamás pidió durante sus huelgas de hambre su propia libertad, a pesar de padecer una condena desmesurada por el delito que había cometido; su única reivindicación durante éstas fue la puesta en marcha por parte del Gobierno, de una comisión oficial para valorar los abusos cometido con los animales viviseccionados y utilizados para la experimentación.
Sólo en el Reino Unido son utilizados cada año 2,7 millones de animales para experimentos: monos, mandriles, perros, gatos, cerdos, conejos, ratones, ratas, conejillos de indias, ovejas, caballos, cabras, periquitos y otras especies, son envenenadas, modificadas genéticamente, infectadas con patógenos letales, estrados, cachorros privados del cuidado de sus padres, irradiados, quemados, cegados, traumatizados y forzados a inhalar sustancias. El 60% de los experimentos en el Reino Unido se hacen sin ningún tipo de anestesia. Todos los animales mueren como consecuencia de los experimentos o son aniquilados al acabarlos. Unos 9 millones de animales son criados y luego desechados por no cumplir los requisitos exigidos para la experimentación. Hay filmaciones que demuestran estos animales son gaseados o decapitados en laboratorios.
Barry Horne murió porque se sentía asqueado ante una sociedad en la que es legal someter a tales torturas a los animales, porque quería acabar con lo que no es más que un negocio de nula utilidad, lo que no son más que pruebas atroces repetidas una y otra vez con los mismos productos para justificar que la actividad de la experimentación siga existiendo, lo que no es más que la disculpa sangrienta para no emplear otros métodos de probada utilidad y que no implican el sufrimiento de seres vivos. Barry Horne dió su vida por todo eso y nosotros, podemos reflexionar sobre lo que está ocurriendo en estos momentos en tantos lugares, podemos imaginar el dolor atroz de un perro al que están abriendo el torax vivo y sin anestesia en estos instantes, un gato al que están implantando un chip en el cerebro, un mono al que le están cosiendo los ojos, un mandril atado y con varillas metálicas clavadas en su cuerpo, un conejo al que le están echando en sus ojos, abiertos e inmovilizados, una sustancia que le quema, una oveja a la que le están introduciendo lejía en su organismo por medio de un tubo... podemos pensar en todo eso que ahora mismo está ocurriendo, o podemos decir un ¡basta ya!, protestar, exigir que se acabe con semejantes carnicerías y no volver a comprar jamás nada las marcas que utilizan de forma continua tales prácticas en la elaboración de sus productos.
En esta página existe una lista de marcas que experimentan con animales, pero también puede ser localizada en numerosos sitios de internet y es facilitada por la mayor parte de asociaciones contra el maltrato animal.
El Test Draize
Imagen: http://usuarios.lycos.es/capitanahab/Vivisecci%F3n/Viviseccion.htm
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