MALTRATO ANIMAL: UN CRIMEN LEGAL



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Quien asume la tortura y el asesinato de otros seres como algo ajeno, es tan responsable como el torturador y el asesino.

"Los hombres son nazis para los animales y su vida es un eterno Treblinka". (Isaac Bashevis Singer- Premio Nóbel).

Después de que todo se haya dicho y hecho, quedará mucho más por hacer que por decir. (Jane Goodall)

Ante la injusticia la cobardía se viste de silencio. (Julio Ortega)



jueves, 12 de febrero de 2015

De Ortega Fraile para Ortega Cano


Aunque no mucho, con un pie dentro y otro fuera a pesar de hacer bien poco que metió los dos, el torero José Ortega Cano, desde la cárcel de Zuera, escribe y publica una carta mostrando su preocupación por el declive de la Fiesta de los toros, proclamando la dignidad de la tauromaquia y ejerciendo su incondicional defensa. Pero lo más sangrante, lo más repugnante, en un alarde de cinismo torero
y de miseria taurina, son las expresiones que para sí mismo utiliza en su redacción.

El hombre que triplicando la tasa de alcohol permitida mató con su Mercedes todoterreno a Carlos Parra, casado y con dos hijos, afirma “desde la soledad de su encierro” (¿y la soledad del ataúd?), en el que explica encontrarse “por avatares de la vida” (los avatares se llaman cargos por homicidio imprudente en concurso con delitos contra la seguridad vial y conducción temeraria), y “desde la humildad” (sesenta mil euros aquel Mercedes R-320 que manejabas borracho), “sentirse triste” por la escasa atención que recibe la tauromaquia (¿tristeza, dices?, háblale de tristeza a Manoli, la viuda de Carlos, háblale de ella a sus hijos Sara y Samuel mirándoles a los ojos), e insta al mundo taurino a estar unido para luchar "por sus legítimos derechos" (¿luchar por el derecho a torturar y matar?, ¿dónde queda el derecho a no ser martirizado?, ¿dónde el derecho a vivir?), y "defender el pan de tantas familias trabajadoras" (el panadero no sabe si la moneda que recibe procede del desempleo, del tráfico de drogas, de arreglar enchufes o de torturar y asesinar animales. Hay muchas maneras de poder comprar pan pero algunas son ruines y criminales).

José Ortega Cano, con cientos de muertos en las plazas a su espalda, entró a ratitos en la cárcel por matar a un hombre en la carretera, y desde su celda batalla por poder seguir asesinando - no sin preverlo y por imprudencia en una curva, sino consciente y con premeditación en la arena -, cuando esté otra vez definitivamente afuera.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuantos casos de estos hay en España, la mayoría han salido impunes, no me parece justo que porque sea famoso se este nombrando constantemente el caso, ya está pagando, puede parecer poco, pero es mucho más de lo que han pagado otros

Josu Sein dijo...

Dios qué palabras tan acertadas (las tuyas, claro está).
En las condiciones en las que está no creo que pueda volver a torear, y si lo hace, podría sufrir ciertos percances de los que me alegraría (lo políticamente correcto no va ya conmigo a estas alturas)