Ante las continuas declaraciones vertidas en diferentes medios sobre accidentes de tráfico en los que hay animales involucrados – sobre todo jabalíes - y entendiendo que muchas de éstas no se ajustan a la realidad sino que están distorsionadas por intereses particulares, es importante realizar una serie de reflexiones:
Los animales no son tropas militares, no "invaden" territorio alguno, sino que se desplazan por lo que constituye su hábitat natural y que cada vez se ve más afectado por la acción del hombre con la aparición de infraestructuras que lo reducen y degradan.
La normativa que exige la creación en autovías de pasos de fauna adecuados y suficientes así como su mantenimiento en condiciones óptimas es incumplida reiteradamente, circunstancias que también concurren en los preceptivos vallados cinegéticos. No es por lo tanto culpa del animal su repentina aparición en la carretera, sino de quienes no toman las medidas establecidas para minimizar el riesgo.
El papel que los cazadores pretenden asumir como portadores cualificados, necesarios y únicos de las soluciones para este problema de seguridad vial – cuando en realidad contribuyen al mismo -, es falso y responde al afán de ampliar sus ya abundantes cupos y condiciones de caza, al deseo de organizar nuevos campeonatos cinegéticos y al de preservan el mantenimiento de las subvenciones e ingresos generados por una industria que vive de matar animales por el placer de hacerlo.
La acción de los cazadores provoca que los jabalíes – al igual que otras especies – se disgreguen al romperse el grupo bajo el efecto de los disparos, que huyan atemorizados y no pocas veces heridos, que las crían deambulen desorientadas al morir la madre, que al carecer de guía busquen alimento y refugio fuera de su entorno habitual. En definitiva: que cada descarga de un cazador además de causar dolor y muerte, aumenta las probabilidades de que un animal irrumpa en una carretera.
Por lo expuesto, pedimos que lejos de atribuir la culpa de los accidentes a los animales seamos capaces de analizar el problema con rigor y de llegar a conclusiones exentas del interés egoísta que subyace en las de ciertos colectivos. Los cazadores coadyuvan con sus prácticas al incremento de situaciones de peligro y por consiguiente de accidentes, mientras la administración adolece de desidia en la implantación y conservación de medidas de seguridad en los viales, así como de la fundamental necesidad de mantener limpios los montes, lo que además de llevar a la reducción natural de jabalíes disminuiría el número de incendios.
3 comentarios:
"Si realmente el número de individuos que compone una población fuese motivo que justificase su matanza, los humanos deberían ser las primeras víctimas de tal absurdo criterio que los cazadores esgrimen" (activista de la ONG Igualdad Animal)
Siempre me conmovió esta noticia
¿pero en que mundo vives? estadísticamente una elevada cantidad de los accidentes graves son causados por la irrupción de animales salvajes en la carretera.
Baja de la nube de una vez.
Estos mismos animales no te respetarían ni a tí.
que bien que existan sitios así. La unión hace la fuerza. aprovechemos las nuevas tecnologías. te paso un artículo muy bueno contra el maltrato animal de la escritora Cristina Amanda Tur. te gustará mucho su manera de expresarlo. Agustín
http://territoriocat.wordpress.com/2011/09/21/sadicos-conceptuales/
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