Esta página está creada con la intención de que en ella tengan cabida tanto noticias como opiniones relacionadas con el maltrato animal en cualquiera de sus formas, así como para que se aporten ideas para acabar con prácticas tan terribles y servir de vehículo de divulgación de movilizaciones que denuncien lo que está ocurriendo, para que la sociedad tome conciencia de lo injusto y absurdo de causar sufrimiento a los animales.
MALTRATO ANIMAL: UN CRIMEN LEGAL
ESTA PÁGINA CONTIENE IMÁGENES MUY DURAS Y TEXTO QUE POR SU CRUDEZA, PUEDE RESULTAR DESAGRADABLE Y HERIR LA SENSIBILIDAD. TANTO LAS FOTOGRAFÍAS COMO LO QUE SE HA ESCRITO NO HACE MÁS QUE MOSTRAR UNA REALIDAD BRUTAL, PERO SI CONSIDERA QUE PUEDE VERSE AFECTADO AL CONTEMPLAR LO QUE AQUÍ SE EXPONE, NO SIGA ADELANTE. Quien asume la tortura y el asesinato de otros seres como algo ajeno, es tan responsable como el torturador y el asesino. "Los hombres son nazis para los animales y su vida es un eterno Treblinka". (Isaac Bashevis Singer- Premio Nóbel). Después de que todo se haya dicho y hecho, quedará mucho más por hacer que por decir. (Jane Goodall) Ante la injusticia la cobardía se viste de silencio. (Julio Ortega) |
miércoles, 15 de julio de 2009
Los taurinos pierden los papeles
Sin dar nombres de diarios, digamos que hay dos cuestiones, una por trágica y la otra por muy próxima, que han ocupado las páginas de ciertos periódicos durante estos días: la muerte de Daniel Jimeno en los encierros de San Fermín y la celebración del escalofriante ritual del Toro de la Vega en Tordesillas que tendrá lugar el 15 de Septiembre.
Están pues tomando posiciones de defensa los amigos de atravesar con acero a los animales, y como tratándose de personas no pueden acudir a sus armas habituales: espadas o lanzas, emplean sus palabras más afiladas para por una parte, insultar a los animalistas y a los noticieros que se declaran en contra del maltrato animal y por la otra, para hacer un llamamiento de enfrentamiento a la actitud de los que ellos denominan “ecolojetas” o “ecoterroristas”, así como para lanzar una campaña de descrédito hacia esas publicaciones pidiendo que nadie las compre, estando incluso entre sus pretensiones el hablar con los que regentan puestos de prensa para que no las vendan. En el Patronato del Toro de la Vega tenemos un ejemplo de una actitud tan “democrática” y eso que el suyo es un “bien de interés turístico”.
Pero todo esto tiene una explicación y se llama nerviosismo. A medida que pasa el tiempo su desasosiego aumenta porque se ven más incapacitados para justificar la tauromaquia. Se van quedando sin nuevos argumentos de los que echar mano mientras comprueban como poco a poco, se van desmoronando los que venían esgrimiendo. La Sociedad no vive en la ignorancia que ellos desearían y que les vendría muy bien para que la sucia realidad oculta en sus actos no trascendiese, así que cada excusa que no pueden seguir explotando, destapa un poco más la crueldad indefendible que subyace bajo tanto maquillaje, les hace más vulnerables y les entorpece para seguir matando impunemente.
Mucho daño les ha causado el que ya nadie se crea una teoría que mantuvieron más allá de cualquier límite de la ética y de la racionalidad: “el toro no sufre”. Ni siquiera las conclusiones partidistas de algún profesional de la veterinaria les han valido para avalar semejante despropósito y de hecho, han perdido ya tanto el interés en emplearlo como el dinero que probablemente les costó el que alguien que sabía de lo qué hablaba, aceptase respaldar un estudio que no era más que un monumento a la degeneración del conocimiento científico.
También se les va debilitando la afirmación de que “el toro ha nacido para eso”. Ninguna criatura viene a este mundo para ser torturada y por lo tanto, excepto cuatro descerebrados que beben de las heridas mortales de los toros, nadie se atreve a valerse de tal premisa. Mantener que un animal con una capacidad sensorial como la de cualquier ser humano ha nacido para ser sometido a padecimientos físicos y psíquicos pavorosos, es simplemente producto de la mente de un pervertido o de un loco. Que una ley lo consienta lo es de la de un tirano.
Sí suelen emplear todavía un dato aún a sabiendas de su falsedad; lo hacen cuando nos hablan de “la gran cantidad de aficionados que existen”. Pero esto les vale cuando dan una rueda de prensa o si se trata de mandar a los subalternos de siempre a vestir a España de luces ante Europa, a esos pocos eurodiputados conocidos por creerse que su escaño es la localidad de un tendido y aprovechar la mínima ocasión para llenar el Parlamento Europeo de matadores, capotes, banderillas y pasodobles. Pero nunca se les ocurre, por supuesto, llevar a un toro a la Eurocámara y hacerle lo mismo que en la plaza ante sus colegas europeos; eso sería mucho más honesto y descriptivo pero sin duda, perjudicial para su sangrienta causa, de la que muestran el color o la música pero no la agonía del animal.
Son sádicos pero no tontos, por lo tanto y aunque quieran hacer ver que la tauromaquia tiene gran cantidad de seguidores, son los primeros que hablando entre ellos reconocen como cada día disminuyen los taurinos y aumentan los detractores a esta barbarie. Saben también como cualquiera, que esta brutalidad es deficitaria y que de no ser por las subvenciones de las administraciones, hace mucho que habría desaparecido. De ahí su llamamiento desesperado en sus foros para encontrar el modo de retener algo que se les va escapando entre los dedos, como tiene que ser, y es que no es fácil justificar un crimen, aún menos cuando la víctima es inocente y todavía más complicado, si detrás está el deseo de procurar diversión y entretenimiento.
Así que estas maniobras de los que dicen sí a las corridas, a los Encierros, al Toro de la Vega, al los Toros Embolados, al Toro de Coria, a los Toros Ensogados o Enmaromados, al Toro Júbilo de Medinaceli, a los “Bous al Carrer”, a las Novilladas, a las Vaquillas del Aguardiente o a cualquier otro festejo o tradición inmunda de las que manchan este País de sangre, de vergüenza, de impiedad y de atraso, son un pataleo desesperado y ridículo por mantener vivas la tortura y la muerte de animales como expresiones de arte y de cultura, una pretensión ruin y sobre todo, infinitamente cruel.
Quieren acallar la voz de la Sociedad a base de esconder los periódicos que la transmiten o por medio de acusaciones mezquinas y estrafalarias a los que defienden un trato digno para los animales. Mal camino llevan pero es que tampoco tienen ningún otro por el que transitar; en cualquiera de ellos serían visibles su brutalidad, su egoísmo, su antropocentrismo y su desprecio por inculcar en los niños respeto a todos los seres vivos.
www.pacma.es
www.liberaong.org
6 comentarios:
Ya hace tiempo que han perdido los paquetes, los papeles, la vergüenza y un montón de cosas más. Son conscientes de que la España a-taurina tiene más tendencia a volverse anti-taurina que taurina y con eso les entra el giñe.
Me ha encantado el blog y estoy totalmente de acuerdo con todas las críticas vertidas (de hecho yo a esa gente ya les llamo de todo menos guapos). Mi voto en el concurso 20Blogs.
Julio, siempre me pregunto, ¿Si las corridas de toros, los Encierros, el Toro de la Vega, el Toro Embolado, el Toro de Coria, los Toros Ensogados, el Toro de Medinaceli, los “Bous al Carrer”, las Novilladas, y las Vaquillas del Aguardiente, en vez de en España existiesen en cualquier país de África, qué dirían estos que defienden la muerte como diversión? Seguro que hablarían de cosas de salvajes, y les escupirían su desprecio. Ya los escucho gritando:
-¡Esos negros están sin civilizar! ¡Matan animales para divertirse! ¡Salvajes hijos de…!
Pero, ya que en África no se hace, y sí en una región de la Europa Culta, ¡Viva la muerte, y que los taurinos vivamos para verla!
En cuanto al tema que nos planteas, pues sí, los taurinos están al borde del abismo. Son conscientes que los días de la “fiesta” viven en la franja descendiente, y se aferran al recurso de la normalidad para dar imagen de robustez popular.
No obstante, no pueden ocultas que viven a la caza de la manotada salvadora, porque la realidad los acogota. Y refunfuñan su frustración, repitiendo hasta el hartazgo que somos los animalistas los que estamos perdidos, con nuestros argumentos prendidos en el aire, y más lejos de la verdad que el enano de la taza del meadero.
Cómo tú bien dices, agotada las vías de “el toro no sufre”, “nacieron para eso” o “el toro se siente orgulloso de morir en la plaza”, se apuntan a todo aquello que contenga gancho social Y al amparo de otros taurinos empedernidos (que permanecen agazapados de puestos de relevancia), un día nombran a Ortega Cano la figura visible de la Lucha Contra el Cáncer, mañana una Universidad les da cobertura, y pasado “nuestras” autoridades le otorgan Medallas al Arte a los toreros.
Las subvenciones los mantienen con la cabeza fuera del agua, pero ellos insisten en venderle a la gente que el negocio de los toros goza de buena salud. Y continúan siendo lo que siempre han sido, ¡unos mentirosos! El vivir de la carne inocente ya acaricia el fondo.
Y nosotros, que sabemos lo que es la lucha incesante, monótona a veces, y casi siempre sin brillo, estaremos aquí para verlos desaparecer; tragados por la espesa bruma del tiempo.
Un saludo. Seguimos compartiendo barricada.
Ricardo – Linde5
Los antitaurinos también perdieron los papeles hace tiempo, lo único que hacen es insultar a los taurinos.
Yo también me pregunto que si todo las encierrros, Toro de la Vega, Toro Embolado, etc, etc,.... en vez de en España fuesen en el Norte de Europa, ¿Que diríais todos los que estais en contra? Copiariais como borregos lo que allí se haría. Parece como si no tuvierais identidad y solo hay que hacer lo que se hace en los paises del norte.
¿Taurinos al borde del abismo?, ja.ja. ja.
¿Cuantos votos habeis sacado en las últimas elecciones?
Con eso está contestado todo, para que veais la de adeptos que teneis.
¿Toro embolado en el norte de Europa? Es una pregunta que no debería ni formularse. Esos países nos dan mil vueltas, pequeñín. ¿Por qué cuesta tanto admitir que España es un país de vergüenza? Hagamos como los vilipendiados yanquees: el patrotismo bien entendido empieza por la autocrítica.
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