
Me dirijo a Vd. confiando, no sé si ingenuamente, en la declaración de intenciones que su Grupo Político realiza en el Sectorial de Participación Ciudadana. En él afirman que "un signo de una Sociedad democrática avanzada es la creación de nuevos espacios de participación de los ciudadanos en las decisiones políticas" y que el Partido Socialista defiende y apoya semejante iniciativa; bien, veamos si tal postura está refrendada por acciones que la conviertan en algo más que en una simple pose mediática.
No le escribo para expresarle una opinión particular, lo estoy haciendo en nombre de una Formación Política, como la suya, aunque en este caso los miles de votos obtenidos en las últimas elecciones generales no nos hayan servido para lograr representación parlamentaria; en cualquier caso quiero creer que para su Equipo de Gobierno la voz de los ciudadanos, sea unitaria o colectiva, es igualmente importante y su atención a la misma no lo es en función del número sino del mensaje que se le transmite, no en vano es Vd. el Presidente de TODOS los habitantes de este País.

El motivo de esta carta son las declaraciones de la nueva Ministra de Cultura en su Gabinete, la Srta. Ángeles González-Sinde respecto a la tauromaquia, una de las cuestiones más controvertidas y sangrantes dentro de las muestras de crueldad con animales que en este País siguen vigentes y cuentan con el apoyo, tanto moral como económico, por parte del Gobierno.
La recién llegada Titular de este Ministerio ha publicado un artículo en el que dice "amo los toros, nunca dejarán de seducirme... sigo comiendo filetes y comprando zapatos de piel", para después de semejante confesión abrir una puerta, no sé si por diplomacia o en un gesto de sinceridad, en la que deja traslucir – tal y como hizo Ortega y Gasset – su lucha interna entre lo que le agrada y a la vez le repugna, entre la razón y el atavismo, cuando manifiesta "Sé que está mal y debería curarme de esto, pero amo tanto ese bien escaso...".

Me consta que el mundo taurino está exultante por las declaraciones de la nueva Ministra y no es para menos, teniendo en cuenta el auge imparable del movimiento abolicionista, el aumento continuo de ciudades que se declaran "amigas de los animales" y proyectos como la ILP en Cataluña, que va a lograr que se prohiban las corridas de toros en dicha Comunidad. Pero no puede ser que los motivos de la horda sean los que inspiren sus actuaciones y las manifestaciones de sus más destacados colaboradores. Y digo horda porque afirmar que el toro no sufre, que le agrada salir a la plaza para ser torturado o que la tauromaquia ha de ser conservada porque es una tradición, atenta contra el pensamiento ilustrado y es un residuo infamante del salvajismo. Tales elegías a la crueldad sustentadas en falacias son quizás dignas de figurar en un tratado de antropología sobre pueblos primitivos, pero no es tolerable que en el siglo XXI sigan sirviendo para justificar la brutalidad.

El rechazo a la tauromaquia lo tiene dentro y fuera de casa Sr. Presidente y Vd. es consciente sin duda, de que el abolicionismo en una realidad a la que no podrá seguir dándole la espalda durante mucho tiempo, llegará un momento en el que le será imposible continuar aparentando tal sordera política a la creciente presión tanto interna como externa.
La nueva Ministra, a pesar de las profundas contradicciones personales que confiesa, admite que le emociona el silencio de los aficionados en la plaza; esperamos que demuestre la misma sensibilidad para conmoverse ante las voces que claman por una Sociedad en la que el sadismo no sea lícito, y ojalá nunca olvide que ese mutismo antecede al acto final de una tortura prolongada a un ser vivo, es un silencio que anuncia la muerte y se hace cómplice en el encarnizamiento absurdo con un toro.

4 comentarios:
Magnifica carta.
Esperemos respeto y contestación, seria una señal de progreso.
Hola!:
Descubrí recientemente tu blog, a través del blog Kiara y sus amigas, y me ha encantado, porque es lo que por suerte pensamos muchos y creemos que estamos solos. También he echado una ojeada a tu otro blog La revolución pendiente, y está genial.
Bueno, lo de este personaje lo leí en el diario Público y me dejó con tres palmos de narices, ¿cómo permitimos que nos representen estos mindundis?¡Qué horror, la España de pandereta al ataque!.
Saludos y un abrazo.
¿Qué puede ofrecernos este gobierno? ¡Decepciones! En la campaña electoral prometieron una nueva Ley de Protección Animal, y… ¡chasco! Nos puso un ministro, nada menos que de Justicia, y… ¡salió cazador, el Marianito! Y así…
Obedeciendo a mi habitual costumbre de escarbar en las palabras, me puse a pensar en la promesas de ZAPATERO, y llegué a esta conclusión: si ZAPATERO fuese en femenino sería ZAPATERA, entonces, con sólo quitarle la primera sílaba ZA tenemos la respuesta, PATERA. Todo en él es promesa de PATERA: “Al otro lado te espera un paraíso, siempre que pagues el viaje y no mueras ahogado al cruzar el Estrecho”.
Pido perdón por la licencia en el juego de palabras, pero, a mi modo de ver, Zapatero no preside el gobierno de una democracia, sino de una PLUTOCRACIA.
En cuanto a la flamante señora ministra que nos ha endosado, ablanda el corazón con sus declaraciones, de tono intelectual: “Lo que más me gusta de los toros, como del teatro (¿matar un toro es teatro?), es la emoción compartida (van a ejecutar a un animal inocente): 20.000 en silencio (todos sujetos al orgasmo colectivo del asesinato). Atención absoluta sobre un mismo pensamiento (una orgía de sangre para disfrute de los sentidos) ¡Qué energía! (la mano del fantoche de las lentejuelas, no tiembla). Y los pasodobles (música que sí gusta al pueblo relacionada con la tortura y la muerte de un animal; todo un paradigma). Sé que está mal (¿le parece?) y debería curarme de esto, pero amo tanto ese bien escaso (¿escaso el toreo? ¿En qué país habita usted?), un emocionante silencio (esa insonoridad subiendo desde la entrepierna para hacer cosquillas en el paladar, sólo emociona a los que están acostumbrados a los gritos, al ¡te lo digo yo, y basta!)”.
“He seguido comiendo filetes y comprando zapatos de piel (Uy, me asustaba usted, pensé que había renunciado al hedonista acto de aprovecharse de la muerte ajena).
“Sin embargo, comparto el disgusto por caza (¿abdica de ese placer?), peleterías (¿renuncia a depilarse el cuerpo para después cubrirlo con pieles de animales aniquilados en nombre de la vanidad?), y mataderos (¿cómo, le irritan los mataderos y se come los filetes?). Pero no (no le disgustan) por los toros. Nunca dejan de seducirme. Quizá porque está asociado a recuerdos felices (llama recuerdos felices al hecho de haber visto morir a tantos toros asustados, recostándose a la barrera para retardar el derrumbe, en manos de “artistas” que son vitoreados cuando el animal cae vencido por el cansancio y la agonía, envuelto en sangre y babas, con la mirada extraviada por la desesperación y las patas sucumbiendo al aplastamiento del cuerpo, para dejar en la arena la roja mancha de la vergüenza humana, y todo en nombre de “la tradición, la cultura y la atracción turística que engrandecen al país”).
¿QUÉ PUEDEN ESPERAR LOS ANIMALES DE UNA MINISTRA PORTADORA DE SEMEJANTES CONCEPTOS?
En fin, ya lo dijo Calderón de la Barca: “La vida es un sueño, y los sueños, sueños son”.
Julio, un abrazo. Y que el próximo amanecer nos traiga una nueva esperanza.
Ricardo – Linde5
Qué suerte contar con personas como tú, Julio, que saben expresar con lucidez y elocuencia lo que a muchos se nos atraganta cada día
-doy por hecho que a ti también, pero tú lo desenredas en cartas espléndidas!
Lo de esta perla de ministra que nos ha tocado sólo tiene una manera de verse y ser: sádica, cruel, egoísta, y además torpe! Menudas declaraciones...
Creo que todos los que luchamos por la igualdad animal podríamos empapelarnos las paredes de casa con las cartas "copia y pega" del Sr. Director del Gabinete del Gobierno a estas alturas.
Podríamos hacer incluso estancias temáticas: aquí tenemos la habitación antitauromaquia, esta otra para la protección del medio ambiente, por este lado las injusticias política, y seguimos por el pasillo animalista...
Es que no tienen vergüenza.
Saludos y ánimo!
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