Yo pensaba que cuando una Comunidad tiene transferida una competencia en determinada área eso le capacita para ampliar o mejorar la legislación estatal sobre la materia respetando una “ley de mínimos”, pero nunca para llevar a cabo un deterioro del amparo legal de quien sea objeto de protección por la misma. Y me estoy refiriendo en concreto al artículo 632 del Código Penal español, donde queda “prohibido maltratar a cualquier animal en un espectáculo no autorizado…” – y en el territorio peninsular las peleas de gallos no están permitidas- y a lo que se contempla en
No lo comprendo, si en Orense o en Mojácar, seleccionar, criar y someter a dos gallos a un enfrentamiento que normalmente acaba con la muerte de alguno de ellos y en cualquier caso, que tiene como resultado indefectiblemente el que ambos contrincantes resulten heridos, es considerado una costumbre cruel, que implica sufrimiento y calificada de maltrato, ¿por qué en Las Palmas o en Tenerife no lo es?. ¿Los gallos canarios no se duelen de sus heridas?, ¿tienen una fisiología diferente a los que se han criado en Ponferrada?. Algún iluminado dirá que así es y empleando el mismo argumento necio que aquellos que dicen que el toro de lidia ni nota sus tremendas lesiones, afirmará que al gallo de pelea, creado para ese fin, sólo le mueve el instinto de combatir y que ni siente ni padece, añadiendo, como no, que si las peleas se prohíben la raza desaparecerá; exactamente el mismo razonamiento manido e incoherente de los taurófilos. Me remito a las declaraciones de D. José Enrique Zaldívar, veterinario que ha rebatido de forma impecable la tesis de aquellos que mantienen que el toro no sufre, cuando explica que el toro de lidia en rigor, posiblemente no se puede considerar una raza como tal, puesto que es el resultado de cruces artificiales y no está fijado su fenotipo, es decir, no hay dos astados criados para las corridas que sean iguales ni tampoco todos ellos valen para este fin; traslado estos razonamientos al gallo de pelea y nos encontramos con que probablemente, no son raza ni especie y tampoco todos son adecuados para tan sangriento destino, de hecho muchos de ellos son desechados y sacrificados.
Y en cualquier caso, sean aptos o no para el combate la realidad no cambia: son seres vivos, con un sistema nervioso íntegro capacitado para sentir el dolor y por lo tanto, presentarlos en los “reñideros” para que claven el pico y las espuelas en su adversario hasta que uno de ellos caiga moribundo es un hecho repugnante, que a muchos apasiona porque mueve cantidades ingentes de dinero en apuestas clandestinas y que también entusiasma a otros a los que no mueven intereses económicos pero que se excitan con la visión de la sangre. No puedo valorarlo en ambos casos más que como una degeneración, una de ellas producida por una ambición enfermiza y la otra, por una absoluta falta de sensibilidad y un embrutecimiento estremecedor.
El Presidente de
El responsable de la gallera de Arucas se refería al “desconocimiento de los ciudadanos”, manifestando que los detractores de las peleas “sólo se quedan con la sangre” pero que “no conocen los mimos que se dedican a estos animales”. De nuevo me acuerdo de la “vida regalada” del toro de lidia en la dehesa, ¡qué sádica abundancia!, es como el lujoso banquete ofrecido al condenado a muerte la noche anterior a su ejecución, la antesala dorada de un destino espantoso y sobre todo, inútil y evitable.
Y al igual que ocurre con el Toro de
El Gobierno Canario tendrá potestad para permitir las peleas, no lo dudo, aunque conviene recordar que la ley las admite sólo donde se hubieran venido celebrando tradicionalmente y sin embargo lo cierto es que se están intentando recuperar en lugares en los que ya habían desaparecido. Serán legales, pero ninguna Normativa puede ocultar la realidad: que se está permitiendo una actividad que mueve mucho dinero ilegal; que hay apuestas que todos conocen y que todos niegan; que unos animales son obligados a enfrentarse, a despedazarse a picotazos el uno al otro; que esa carnicería sanguinolenta de la que deberían de avergonzarse los que la permiten y decretar ya mismo su prohibición es un hecho consentido y protegido y por último, algo que revuelve las entrañas a cualquier persona que no esté envilecida por la brutalidad como los defensores de esta degollina: que los niños asisten a las peleas de gallos y son testigos de cómo la violencia adquiere en ciertos entornos, la categoría de actividad lúdica y formativa .
Esto es una muestra más de la “España negra”. Sean gallos, toros, cabras, burros, perros o patos, seguimos asistiendo a una política de permisividad con costumbres nocivas y salvajes que hacen que en numerosos aspectos continuemos anclados en un pavoroso atraso moral. Muchos individuos son todavía un baluarte del maltrato a los animales con tanta cerrazón como falta de ética, pero es inconcebible que quien tiene la solución a su alcance y la obligación de trabajar por avanzar socialmente, por la defensa de los derechos de todos sin que su salvaguardia vulnere la integridad de nadie y en asegurar la transmisión de unos valores adecuados a los niños, basados en el respeto y la protección a todos los seres, sean cómplices de semejante barbarie y no hayan puesto final todavía a cualquier forma de maltrato animal, por mucho que se considere una tradición, porque jamás la crueldad puede admitirse como válida amparándose en lo rancio de su origen.
5 comentarios:
Fantástico escrito. Te felicito. Si te parece bien pongo en mi blog un enlace a este post y lo inicio con tu primer o primeros párrafos. Acerca del Toro de la Vega te invito a que entres en nuestro blog y le eches un vistazo.
Te reitero lo acertado del post sobre las peleas...Por cierto, busca "Antonio el Peleño" en google (entre comillas) porque le estamos siguiendo la pista por el tema de reñidero ilegal de gallos. Sus comentarios son escalofriantes.
Un abrazo
Fiore
Te felicito por el blog y por la importante labor que realizas. Me sumo a la tristeza que produce el conocer hechos como el que aquí describes.
Mucha suerte
Fantástico escrito
Hola Julio, he copiado el primer parrafo de tu escrito con tu banner para que los que quieran seguir leyendolo venga a tu pagina.
Un saludo, sigue así, es maravilloso leerte.
Virginia.
mi opinion es esta .las personas que cometen actos asi de crueles son personas sin escrupulos sin bondad los cuales gozan con el sufrimiento de estos animales o hasta han de pensar que los animalitos no tienen sentimientos poreso no hay remordimiento pero creo que un animalito de estos tiene mas sentimientos buenos hasta mas que una persona poq lo unico que ellos desean es ser aceptados y queridos .a estas personas que en lugar de darles amor y los maltratan deberian de ir a prision.ya que son unos locos que pueden atentar despues con un ser humano idefenso.
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